«Las empresas asturianas del sector del metal e industrial van a encontrar un buen entorno en estos momentos en Rusia»
Iñaki Araico reside y trabaja permanentemente en Moscú desde 1998. Además de desarrollar su actividad como consultor, es socio de otros negocios industriales en Rusia, por lo que posee una visión muy amplia del panorama económico y de los negocios en este país.
Como colaboradores de Asturex en Rusia y Mercados CIS, Inverest está adaptando algunos de sus servicios tradicionales al nuevo contexto producido por la COVID19, tal como explica, “sustituyendo reuniones presenciales por video-conferencias y reuniones virtuales ante la imposibilidad de realizar viajes todavía a nuestra región”. Mientras, siguen desarrollando con normalidad servicios como estudios de mercado o certificación de productos e incluso, incide, “hemos tenido algún caso de entrega física en Moscú de oferta y pliegos para una licitación en nombre de una empresa asturiana”.
Efectos de la pandemia
“Evidentemente, -añade-, la pandemia esta teniendo un efecto directo sobre el tipo de trabajo que desarrollamos habitualmente. Por el momento, es muy complicado volar a Rusia por las prohibiciones y obligación de cuarentena a ciudadanos españoles. Los rusos, aunque puedan parecer fríos, valoran mucho las relaciones personales en los negocios y, evidentemente, es algo que se echa en falta en la situación actual”.
Esa situación provocada por la pandemia ha hecho que Inverest esté “tratando de aprovechar las vías que permanecen abiertas y descubrir otras nuevas que antes no existían”, asegura. “Aunque hemos tenido que anular o posponer a 2021 muchos proyectos contratados (especialmente algunos eventos) estamos moderadamente contentos por otros nuevos que han entrado en estos meses. Dentro de esto, y de que evidentemente estamos atravesando una situación totalmente anómala, tratamos de mantener siempre un espíritu de optimismo y vitalista, que es básico para una actividad de alto contenido comercial como la nuestra”.
Oportunidades para las empresas asturianas
Sobre la situación actual en Rusia y las oportunidades de negocio para las empresas asturianas, Iñaki Araico asegura que el país está recuperando la normalidad a un ritmo mucho mayor que el de España, a efectos sociales y económicos, incluyendo la celebración de ferias, eventos u otras actividades. “Esto te da un plus de optimismo que confiamos en que pueda trasladarse también a España”.
De modo general, el sector industrial ruso está mostrando niveles de actividad muy notables y en general, la sensación es de mayor dinamismo. Tal como destaca: “Creemos que las empresas asturianas del sector del metal e industrial van a encontrar un buen entorno en estos momentos. Igualmente, a efectos de vida cotidiana, el consumo, hostelería y otras actividades, están comportándose muy positivamente también”.
En cuanto a las barreras que enfrentan, el fundador de Inverest apunta la imposibilidad de viajar y mantener reuniones presenciales, que son muy importantes con empresas rusas. “Tradicionalmente España ha tenido y tiene todavía muy buena imagen de marca en Rusia. Nos preocupa, por tanto, si esa imagen va a poder mantenerse después del impacto informativo que ha tenido España en la gestión global de la pandemia”.
Asturex frente a la COVID19
Que Asturex haya puesto en acción herramientas adaptadas a la nueva situación y, sobre todo, “recursos financieros de mayor apoyo a las empresas de forma tan rápida, tiene una gran valía y está siendo vital para el mantenimiento de la actividad exportadora asturiana” afirma Iñaki, al solicitarle su valoración sobre los nuevos servicios puestos en marcha por la Sociedad de Promoción Exterior para hacer frente a la situación. “A nuestro juicio, Asturex reaccionó de forma muy ágil ya desde las primeras instancias de la pandemia”.
En cuanto a qué recomendaciones les darían a las empresas asturianas que tienen potencial para exportar en estos mercados, el fundador de Inverest diferencia: “a las grandes empresas (metal y otros sectores) que están dotadas de mayores recursos, les diríamos que mantengan Rusia en sus radares y que traten de tomar posiciones comerciales mediante viajes tan pronto como sea posible. Hasta ese momento, que traten al menos de mantener o abrir contacto con empresas rusas mediante herramientas de comunicación digitales. Para las pequeñas empresas, recomendaríamos que ahora puede ser un buen momento para llevar a cabo prospecciones en otros mercados de la región, que tradicionalmente reciben menos atención que Rusia, y que en estos momentos están ávidos de retomar contactos internacionales”.